Historia, patrimonio y legado de la cultura wixárika, la única tradición indígena viva en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO

La Ruta Wixárika por los Sitios Sagrados hasta Wirikuta se extiende de oeste a noroeste por más de 500 kilómetros entre los Estados de Jalisco, Nayarit, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí. Su reciente inclusión a la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) marca un hito sobre la justicia para los pueblos indígenas en México, además del reconocimiento de las prácticas tradicionales que protegen al planeta, según informó la misma organización. Es la primera vez que una tradición indígena viva es incluida en el listado. De acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Cultura, la comunidad wixaritari (plural de wixárika) considera que la inscripción en la lista es una herramienta de sobrevivencia para su cultura por tratarse de la máxima protección legal que se puede dar a su patrimonio en el derecho internacional.

El pueblo de la Sierra

El pueblo wixárika, que significa “persona de corazón profundo que ama el conocimiento”, es un pueblo indígena originario que habita principalmente la sierra Madre Occidental, que incluye los Estados de Nayarit, Jalisco y Durango, Zacatecas y San Luis Potosí. Tras la llegada de los conquistadores españoles al continente americano en el siglo XVI, los pueblos wixárika lograron conservar la hegemonía de su cultura debido a que durante siglos vivieron entre montañas, mesetas y acantilados pronunciados de la sierra. Las zonas de difícil acceso facilitaron la conservación casi intacta de sus raíces.

De acuerdo con una publicación del Gobierno jalisciense, la mayor densidad de la comunidad wixárika reside en los municipios de Mezquitic, Bolaños y Huejuquilla todos pertenecientes a ese Estado; unos 14.300 de wixaritari ocupan esta extensión del territorio.

Mujeres wixáricas preparan productos elaborados con maíz, en Nayarit.

Es común que la gente se refiera a los wixárika como huicholes, aunque el libro Wixárika, un pueblo en comunicación, publicado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) resalta que es incorrecto utilizar este nombre, el cual significa “el que huye”, y fue impuesto por los conquistadores en forma despectiva.

La cultura wixárika

La naturaleza y el mundo espiritual son elementos profundos en sus raíces culturales. Su cosmovisión se basa en la creencia de que el mundo fue creado por deidades que forman parte de los elementos naturales como el sol, la luna, las plantas y los animales. Mantener el equilibro entre estos elementos es una parte esencial de la comunidad wixárika.

Una de las plantas emblemáticas de este pueblo indígena es el hikuri, también conocido como peyote (Lophophora williamsii). De acuerdo con una publicación en la página del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), los wixárika se refieren a él como “el hermano mayor” y alrededor de este se desarrollan algunas de las ceremonias espirituales más importantes, ya que, según su cosmovisión, posee propiedades medicinales y mágicas. Uno de los sitios más importantes en los que nace el hikuri es Wirikuta, una región situada principalmente en el desierto de San Luis Potosí.

El arte wixárika

Desde piezas elaboradas con chaquiras (pequeñas cuentas de vidrio) hasta prendas tradicionales bordadas a mano, la alta gama de colores son una de las características principales en las obras de arte wixárika que los artesanos pueden tardar meses en culminar.

Mariano Navarro, artista wixárica, en Nuevo México, en 2012.

Las obras cuentan historias sagradas sobre los elementos que rigen su espiritualidad, como el venado, el peyote, el maíz y el fuego; y se consideran portales hacia el mundo espiritual, en el que se comunican con sus deidades.

La Ruta Wixárika

Compuesta por más de 500 kilómetros de trayecto, la Ruta Wixárika por los Sitios Sagrados hasta Wirikuta inicia en la sierra Huichol, la sierra Madre Occidental, y se dirige hacia Wirikuta hasta llegar al desierto de Chihuahua. Aquí se practica el ciclo de rituales para mantener las relaciones con los elementos naturales, considerados deidades ancestrales, a fin de asegurar el éxito del ciclo agrícola de la milpa y el bienestar del pueblo, se lee en un boletín del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

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 La inclusión de la Ruta Wixárika por los Sitios Sagrados hasta Wirikuta en la lista de las Naciones Unidas ha sido considerada por el pueblo originario como una herramienta de sobrevivencia para su cultura  

La Ruta Wixárika por los Sitios Sagrados hasta Wirikuta se extiende de oeste a noroeste por más de 500 kilómetros entre los Estados de Jalisco, Nayarit, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí. Su reciente inclusión a la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) marca un hito sobre la justicia para los pueblos indígenas en México, además del reconocimiento de las prácticas tradicionales que protegen al planeta, según informó la misma organización. Es la primera vez que una tradición indígena viva es incluida en el listado. De acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Cultura, la comunidad wixaritari (plural de wixárika) considera que la inscripción en la lista es una herramienta de sobrevivencia para su cultura por tratarse de la máxima protección legal que se puede dar a su patrimonio en el derecho internacional.

El pueblo de la Sierra

El pueblo wixárika, que significa “persona de corazón profundo que ama el conocimiento”, es un pueblo indígena originario que habita principalmente la sierra Madre Occidental, que incluye los Estados de Nayarit, Jalisco y Durango, Zacatecas y San Luis Potosí. Tras la llegada de los conquistadores españoles al continente americano en el siglo XVI, los pueblos wixárika lograron conservar la hegemonía de su cultura debido a que durante siglos vivieron entre montañas, mesetas y acantilados pronunciados de la sierra. Las zonas de difícil acceso facilitaron la conservación casi intacta de sus raíces.

De acuerdo con una publicación del Gobierno jalisciense, la mayor densidad de la comunidad wixárika reside en los municipios de Mezquitic, Bolaños y Huejuquilla todos pertenecientes a ese Estado; unos 14.300 de wixaritari ocupan esta extensión del territorio.

Mujeres wixáricas preparan productos elaborados con maíz, en Nayarit.

Es común que la gente se refiera a los wixárika como huicholes, aunque el libro Wixárika, un pueblo en comunicación, publicado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) resalta que es incorrecto utilizar este nombre, el cual significa “el que huye”, y fue impuesto por los conquistadores en forma despectiva.

La cultura wixárika

La naturaleza y el mundo espiritual son elementos profundos en sus raíces culturales. Su cosmovisión se basa en la creencia de que el mundo fue creado por deidades que forman parte de los elementos naturales como el sol, la luna, las plantas y los animales. Mantener el equilibro entre estos elementos es una parte esencial de la comunidad wixárika.

Una de las plantas emblemáticas de este pueblo indígena es el hikuri, también conocido como peyote (Lophophora williamsii). De acuerdo con una publicación en la página del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), los wixárika se refieren a él como “el hermano mayor” y alrededor de este se desarrollan algunas de las ceremonias espirituales más importantes, ya que, según su cosmovisión, posee propiedades medicinales y mágicas. Uno de los sitios más importantes en los que nace el hikuri es Wirikuta, una región situada principalmente en el desierto de San Luis Potosí.

El arte wixárika

Desde piezas elaboradas con chaquiras (pequeñas cuentas de vidrio) hasta prendas tradicionales bordadas a mano, la alta gama de colores son una de las características principales en las obras de arte wixárika que los artesanos pueden tardar meses en culminar.

Mariano Navarro, artista wixárica, en Nuevo México, en 2012.

Las obras cuentan historias sagradas sobre los elementos que rigen su espiritualidad, como el venado, el peyote, el maíz y el fuego; y se consideran portales hacia el mundo espiritual, en el que se comunican con sus deidades.

La Ruta Wixárika

Compuesta por más de 500 kilómetros de trayecto, la Ruta Wixárika por los Sitios Sagrados hasta Wirikuta inicia en la sierra Huichol, la sierra Madre Occidental, y se dirige hacia Wirikuta hasta llegar al desierto de Chihuahua. Aquí se practica el ciclo de rituales para mantener las relaciones con los elementos naturales, considerados deidades ancestrales, a fin de asegurar el éxito del ciclo agrícola de la milpa y el bienestar del pueblo, se lee en un boletín del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

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