Manolo García: «El tema de la corrupción es lamentable y punible, hay que penalizar eso venga de donde venga»

En sus años de superviviente, Manolo García (Barcelona, 1955) cargó cajas reguladoras de tráfico («que pesaban un huevo»), trabajó en una fábrica de toallas, en una de cartones y como diseñador gráfico, primero en distintas agencias de publicidad y después por cuenta propia. Pero con El Último de la Fila (1984-1998), una de las mejores formaciones de la historia del rock español, el éxito lo visitó para ya no abandonarle, y su etapa en solitario, que se acerca ya a las tres décadas, lo ha convertido en uno de los grandes nombres de nuestra escena musical. Sin embargo, su caudal creativo le ha exigido abordar otras disciplinas: pintura, fotografía, poesía. Y ahora presenta su primer libro en prosa, «Títere con cabeza», un conjunto de relatos heterogéneos, sin una unidad temática, y cuya calidad literaria sorprende al arriba firmante no porque cuestione la capacidad y el talento para la escritura del músico, al contrario, sino porque la prosa nada tiene que ver con el cantable o el poema, es otro género y otra distancia, y García ha parido unas historias de impecable ejecución, de escritor entero. «Esto me ha cogido por la retaguardia –confiesa–. Hace un poquito de tiempo no hubiera osado escribir prosa. Aunque como todo el mundo que escribe algo, yo, en este caso, letras de canciones, te pasa esa idea por la cabeza de “estaría bien”. Soy muy lector. Tuve la suerte de empezar a leer muy jovencito a instancias de un profesor de literatura del bachillerato, y sé que la literatura es algo muy difícil y es una prebenda, un regalo de los dioses a unos pocos elegidos. Al publicar este libro de relatos te prometo que no he tenido ninguna ínfula. Ha sido una forma de pasar mis días, de abrazarme a mí mismo. Yo tengo una tendencia –prosigue– a la angustia social. Me enerva, me enardece, me molesta la injusticia social. Cómo se nos trata, a veces, a la población civil, cómo se nos toma por idiotas, y este libro de relatos obedece a esa desazón, a esas ganas de expresarme, levantar la mano y decir: “Señores, ¿puedo hablar?”». Le pregunto qué preferiría: vender 30 ediciones o unas críticas muy elogiosas, y responde en el acto: «Prefiero lo segundo. El dinero, al final, sirve para tener el tesoro más preciado: tiempo. Es una forma de libertad. Pero si has tenido suerte en la vida y, contando con que vayas a vivir 80 años, hasta los 40 has ido triunfado y atesorando dinero, pues el resto de los años dedícate a gastarlo, a disfrutarlo, a compartirlo con tu familia y amigos. ¿Que si yo lo hago? Sí. Yo pienso en los demás».

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]]> El artista catalán publica un libro de relatos, «Títere con cabeza», su primera incursión en la prosa, y avanza que habrá nuevo disco en 2025  Música Música

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