En enero de 2025 se descubre durante una excavación en la ciudad de Heilbronn, Alemania, un vicus o asentamiento civil que sirvió como posta de viajeros y centro de comercio. En sus proximidades apareció una calzada que formaba parte del trazado que conectaba los fuertes romanos de Böckingen y Wimpfen formando parte de lo que se conoció como Limes Germananicus, allí donde terminaba Roma y comenzaba el lugar de los bárbaros en los primeros siglos de nuestra era. El limes era un espacio de frontera y de intercambio, hasta que pasados los siglos los pueblos germánicos del otro lado, primero servirán a Roma como tropas auxiliares defendiendo el muro y más tarde contribuirán al fin del Imperio y a su sustitución, heredando gran parte de sus estructuras político-administrativas.
]]> Históricamente han existido distintos tipos de fronteras, desde el limes romano o los territorios fortificados medievales que contínuan con el origen de los Estados europeos en el siglo XVI
En enero de 2025 se descubre durante una excavación en la ciudad de Heilbronn, Alemania, un vicus o asentamiento civil que sirvió como posta de viajeros y centro de comercio. En sus proximidades apareció una calzada que formaba parte del trazado que conectaba los fuertes romanos de Böckingen y Wimpfen formando parte de lo que se conoció como Limes Germananicus, allí donde terminaba Roma y comenzaba el lugar de los bárbaros en los primeros siglos de nuestra era. El limes era un espacio de frontera y de intercambio, hasta que pasados los siglos los pueblos germánicos del otro lado, primero servirán a Roma como tropas auxiliares defendiendo el muro y más tarde contribuirán al fin del Imperio y a su sustitución, heredando gran parte de sus estructuras político-administrativas.
La palabra limes designaba en latín a cualquier camino vigilado por patrullas fronterizas. Por ello se usa para nombrar auténticas murallas de piedra (en la provincia de Britania) como cadenas de fuertes de madera o piedra, así algunos de los trazados del limes germánicus completando el cauce de los ríos. Pero estos muros no eran nuevos, las murallas de Babilonia protegían la ciudad y a ella se entraba por puertas como la de Isthar, aunque el territorio político no estaba cercado por murallas. Un muro de la Antigüedad y que a veces olvidamos fue la Muralla China, cuya construcción comienza en el siglo IV a.C, aumentándose y reconstruyéndose por diferentes dinastías hasta el siglo XVI para proteger la frontera norte de los nómadas xiongu de Mongolia y Manchuria. Hacia el final de la dinastía Ming, la Gran Muralla defendía el imperio de la invasión manchú, que comenzó sobre 1600 cruzando la Gran Muralla en 1644.
Entidades político administrativas
La dinámica estática de esta frontera china y que habían tenido las fronteras en la Antigüedad romana se perdieron en la Edad Media, cuando la frontera pasa a ser una zona, un espacio o territorio fortificado o delimitado por mojones que separan dos entidades político administrativas. En un documento de 1017 se recoge una delimitación territorial entre Sancho García, conde de Castilla, y Sancho III, rey de Pamplona, una delimitación de lindes y mojones que en muchos casos son montes sin líneas precisas, más bien fronteras difusas.
Lo mismo ocurría con las que estaban entre el mundo andalusí y el cristiano. La instalación de Abd al-Rhaman I a partir del 756 será el germen de la formación de un Estado islámico en Occidente, siendo los espacios periféricos de Córdoba progresivamente integrados en el aparato político administrativo como territorios fortificados para proteger el corazón de al-Andalus de injerencias no deseadas. Muchas de las ciudades actuales fueron en origen fortificaciones, como Madrid, resultado de la refortificación de la Marca Media ordenada por Muhammad I y que más tarde alcanzará la naturaleza de madina al tener gobernador, mezquita, muralla y ulemas. El espacio fronterizo del reino asturleonés en relación a al-Andalus no era muy diferente, con multitud de castillos de funciones ofensivas y defensivas y que marcaban el control territorial. La zona del Duero fue un espacio discutido entre cristianos y musulmanes, por lo que los castillos cambiaron de manos durante las múltiples batalla del siglo X.
Las fronteras como nosotros las conocemos nacen con los Estados modernos, con la creación de territorios donde el país soberano tiene la facultad de implantar y ejercer su autoridad sobre el territorio de su jurisdicción, teniendo una gran importancia en los siglos XVI y XVII, cuando la jurisdicción de los países europeos llegaba fuera de sus territorios metropolitanos y se expande a África y Asia en la época colonial. Durante el XIX se produce en España el registro sistemático de las fronteras nacionales, un registro geométrico preciso de la totalidad del espacio parcela por parcela, generándose catastros que seguían el modelo napoleónico. No sólo la tierra, sino el mar y el aire forman parte de los territorios nacionales, legislándose su uso en el Derecho Internacional Público.
Hoy las fronteras de los distintos países europeos se han diluido en el espacio y viajamos con visados y pasaportes fuera de ellas. Pero en el siglo XX seguían existiendo muros físicos e internos que eran la delimitación de un modelo socioeconómico como el Muro de Berlín. Pero treinta años después el mundo tiene más que nunca: en 1989 había seis en todo el planeta y ahora son al menos 63 las barreras físicas erigidas en fronteras o en territorios bajo ocupación. Una delimitación acordada como la frontera entre Francia y Alemania, antaño un motivo de guerra, hoy es parte del Espacio Schengen, donde se fomenta el libre tránsito y la cooperación económica. En 1969 el ejército británico construyó un muro que separaba irlandeses católicos de británicos durante los disturbios conocidos como The Troubles. Eran muros de hierro y rematados con alambre de carácter temporal, pero se volvieron permanentes mejorándose su proceso constructivo con hierro y ladrillos. En 2012 se realizó una encuesta para la retirada de los muros con un 69% a favor, pero aún se mantienen con pinturas de carácter político y grafitti siendo una de las formas de visibilizar un conflicto que duró treinta años y costó la vida a más de 3500 personas.
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