<p>Nunca ha tenido pelos en la lengua, pero la noche del miércoles la coincidencia encendió el lado más político de <strong>Lola Herrera</strong>. La veterana actriz, a punto de cumplir 90 años, acudió a <i><strong>La Noche en 24 horas</strong></i> de <strong>RTVE</strong> para presentar <i><strong>Camino a la meca</strong></i>, la producción que protagoniza en el Teatro Bellas Artes, y terminó pronunciando un alegato contra la extrema derecha que la ha llevado, ya en la mañana, derecha al <i>trending topic</i>.</p>
En una entrevista en RTVE, la veterana actriz, a punto de cumplir 90 años, repasa toda una vida entregada al teatro: «No va a desaparecer nunca»
Nunca ha tenido pelos en la lengua, pero la noche del miércoles la coincidencia encendió el lado más político de Lola Herrera. La veterana actriz, a punto de cumplir 90 años, acudió a La Noche en 24 horas de RTVE para presentar Camino a la meca, la producción que protagoniza en el Teatro Bellas Artes, y terminó pronunciando un alegato contra la extrema derecha que la ha llevado, ya en la mañana, derecha al trending topic.
«Es la historia de una escultora sudafricana que es una historia real, que le hicieron la vida imposible más o menos en el pueblo perdido donde ella vivía», describía la obra. «Habla de la libertad. De querer ser uno mismo, de luchar por ello, de no rendirse, del derecho de la gente mayor a tomar sus propias decisiones. Y me interesó mucho por ahí, me interesaba hablar de la vejez desde el teatro porque somos unos marginados, los viejos«.
A pesar de ser, ella misma, una persona mayor tremendamente activa, Lola Herrera no escatimó en criticar el trato que reciben sus coetáneos en una sociedad que, según ella, desprecia a sus mayores. «Hay una desconsideración bastante grande y a mí eso me parte el alma, porque yo he dedicado una parte grande de mi vida a mis mayores, con todo el amor del mundo, y creo que los que hemos hecho un camino merecemos una atención, aun con pérdidas de la noción de la vida, con problemas…», argumentaba. «Que no nos desprecien, que nos incluyan, porque parece que nos están poniendo al borde de un precipicio a ver si nos empujan un poquito y desaparecemos».
En un repaso a toda una vida en escena, Lola Herrera realizó una defensa cerrada del teatro que, en su opinión, está herido pero no muerto del todo. «Es un enfermo que pasa por etapas malas, se complican cosas porque aparecen nuevas cosas y la gente se arrebata por ellas, pero el teatro no va a morir nunca«, aseguró. «Va a ser un enfermo que va a tener épocas poco saludables, pero hay que volver a eso siempre, porque si tú quieres ver algo en vivo y en directo tú tienes que ir a un teatro y sentarte en la butaca, llegar al sitio, sacar la entrada, esperar a que se levante el telón y luego engancharte y meterte en la historia. Eso es maravilloso».
Ella misma se enamoró del teatro en el escenario. Su ilusión, desde niña, era ser locutora. Empezó en Radio Valladolid cuando era apenas una adolescente, pero leía mal a causa de una dislexia no diagnosticada, «entonces no se llevaba». Un día, en una cuña publicitaria, confundió una empresa de grabados con una de garbanzos y ahí terminó su carrera radiofónica. Quería marcharse de Valladolid, así que llegó a Radio Madrid, hizo una entrevista con Antonio Calderón, director del cuadro de autores y entró «por la puerta grande». «A los 15 días, ya estaba haciendo protagonistas», recordaba.
La casualidad quiso que la entrevista de Xavier Fortes con Lola Herrera tuviera lugar justo despés del controvertido anuncio de la nueva política arancelaria del presidente de EEUU, Donald Trump. «Me parece un horror este hombre, me tiene espantada», aseguró Lola Herrera. «Para mí era inimaginable esta regresión, pensé que habría zonas conflictivas, como ha habido siempre, pero estos últimos tiempos estamos viviendo cosas terroríficas. Esto no es una broma, suena todo muy feo y es una fealdad muy nueva, muy agresiva. Yo estoy encantada de tener 90 años casi porque de esto me va a tocar poco, pero yo tengo hijos, pienso en la humanidad, y parece que va a cambiar todo de plano».
De vuelta a España, y tras aseverar que lo realmente terrorífico, más allá de la existencia de los populismos de derechas es su efectiva popularidad en todo el mundo, Lola Herrera se hizo una pregunta: «¿Por qué votan a Vox las mujeres? ¿Qué beneficio van a sacar de eso?». Y ella misma, contestó: «Votan contra ellas mismas, contra sus propios derechos. Pues así es, generalizado, este sistema de atropellos respaldado por números que asustan, que respaldan situaciones que no tienen defensa posible».
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