<p>Dicen los argentinos que en este país hay dos cosas sagradas: el fútbol y el rock and roll. Pero ahora ha nacido una tercera: el trap. O como se quiera llamar a esa amalgama de música urbana con influencias de electrónica, <i>metal </i>y hasta tango que ha proliferando en Buenos Aires hasta expandirse por el mundo. Y, sobre todos ellos, Duki. <strong>El más argentino entre los argentinos. El que mejor encarna esa pasión desbordada hasta perder el aire</strong> y que tan bien define a una sociedad dada a la entrega excesiva. Hasta el más absoluto desfallecimiento.</p>
El argentino dejó un reguero de cuerpos extasiados y un ‘show’ de trap mezclado con ‘metal rock’ que le afianza como referente del urbano música, cultura, Artículos Pablo R. Roces Música