Sly Stone, músico visionario y pionero del cruce entre el funk y el pop psicodélico y el rock que puso una banda sonora interracial a un Estados Unidos en pleno cambio, murió este lunes a los 82 años. Su hora le llegó “tras una prolongada lucha contra la enfermedad pulmonar crónica y otros problemas de salud subyacentes”, según explicó la familia en un comunicado. “Falleció en paz, rodeado de sus tres hijos, su mejor amigo y su familia”. No trascendió el lugar de su fallecimiento, pero en los últimos años el músico vivía en Los Ángeles.
Su pasaje a la inmortalidad de la música negra se lo ganó durante los siete años en los que su banda, Sly and the Family Stone, encadenó una perdurable serie de álbumes, cuyos pináculos fueron Life (1968), Stand (1969) y There’s a Riot Goin’ On (1971). Este último, con su icónica portada con la bandera estadounidense, marca tanto la cumbre más política de su carrera, como el inicio de su declive.
Tras ese breve fogonazo, Stone se deslizó por los abismos de la adicción a la cocaína y los tranquilizantes. Agobiado por la fama y por la responsabilidad de ser tratado como un visionario, dinamitó su propia carrera. Desapareció poco a poco de la vida pública. Fue detenido por posesión de crack y sus intentos de regresar a los escenarios no trascendieron a los decepcionantes intentos de rentabilizar sus glorias pasadas.
En 2011, el tabloide New York Post lo localizó viviendo en una furgoneta en un suburbio de Los Ángeles. Entonces, pidió al reportero: “Por favor, dígale a todo el mundo que me dé trabajo y que toque mi música. Estoy harto de esta mierda”.
En los últimos años, Stone disfrutó de un merecido rescate. Primero fue su aparición en el oscarizado documental Summer of Soul (2001), en el que el batería y estudioso de la música negra Ahmir Questlove Thompson rescataba las cintas perdidas de un glorioso festival en Harlem en 1969. La actuación de Sly & the Family Stone era uno de los platos fuertes de película, y sirvió para que una nueva generación de espectadores descubriera la experiencia de su directo.
El año pasado, Questlove estrenó un documental centrado en su figura. Sly Lives!: El legado de un genio está disponible en Disney+.
En 2023, Stone publicó sus memorias, aún sin traducción en español. Las tituló, en un guiño a una de sus canciones más conocidas, Thank You (Falettinme Be Mice Elf Agin): A Memoir. El comunicado en el que su familia da cuenta de la muerte revelaque en estos momentos se hallaba trabajando en un guion cinematográfico basado en ese libro.
Sylvester Stewart nació en en 1943 en Denton, Texas, pero su familia pronto se mudó a Vallejo, cerca de San Francisco, ciudad con la que su música quedaría indisolublemente unida entre finales de los años sesenta y setenta. Sus primeros pasos recuerdan al de otros muchos músicos afroamericanos de la época: el coqueteo con el gospel en el seno familiar, la formación de un grupo de doo wop (The Viscaynes) y el primer moderado éxito, cuando solo era un adolescente, con la canción Long Time Gone. Fue locutor de una radio musical que se escuchaba en la Bahía, y estudió trompeta, composición y teoría en el Vallejo Junior College.
Su primer trabajo en la industria fue como productor del sello Autumn Records, escudería para la que grabó sus propias canciones, ademas de trabajar para otros, como el cantante de soul Bobby Freeman, o los rockeros The Beau Brummels o The Mojo Men.
En 1966, fundó la banda con la que alcanzaría la fama. Sly and the Famiy Stone era, como decía una de sus canciones más memorables, “un asunto familiar”. Su hermano Freddie tocaba la guitarra, y su hermana Rose, el piano. Había otros cinco intérpretes, pero el único protagonista era Sly. Talentoso multiintrumentista, se atrevía con todo lo demás: teclados, guitarra, bajo y batería. También fue el compositor, arreglista y productor de toda la obra de la banda.
[Noticia de última hora. Habrá actualización en breve].
Sly Stone, músico visionario y pionero del cruce entre el funk y el pop psicodélico y el rock que puso una banda sonora interracial a un Estados Unidos en pleno cambio, murió este lunes a los 82 años. Su hora le llegó “tras una prolongada lucha contra la enfermedad pulmonar crónica y otros problemas de salud subyacentes”, según explicó la familia en un comunicado. “Falleció en paz, rodeado de sus tres hijos, su mejor amigo y su familia”. No trascendió el lugar de su fallecimiento, pero en los últimos años el músico vivía en Los Ángeles. Su pasaje a la inmortalidad de la música negra se lo ganó durante los siete años en los que su banda, Sly and the Family Stone, encadenó una perdurable serie de álbumes, cuyos pináculos fueron Life (1968), Stand (1969) y There’s a Riot Goin’ On (1971). Este último, con su icónica portada con la bandera estadounidense, marca tanto la cumbre más política de su carrera, como el inicio de su declive. Tras ese breve fogonazo, Stone se deslizó por los abismos de la adicción a la cocaína y los tranquilizantes. Agobiado por la fama y por la responsabilidad de ser tratado como un visionario, dinamitó su propia carrera. Desapareció poco a poco de la vida pública. Fue detenido por posesión de crack y sus intentos de regresar a los escenarios no trascendieron a los decepcionantes intentos de rentabilizar sus glorias pasadas.En 2011, el tabloide New York Post lo localizó viviendo en una furgoneta en un suburbio de Los Ángeles. Entonces, pidió al reportero: “Por favor, dígale a todo el mundo que me dé trabajo y que toque mi música. Estoy harto de esta mierda”. En los últimos años, Stone disfrutó de un merecido rescate. Primero fue su aparición en el oscarizado documental Summer of Soul (2001), en el que el batería y estudioso de la música negra Ahmir Questlove Thompson rescataba las cintas perdidas de un glorioso festival en Harlem en 1969. La actuación de Sly & the Family Stone era uno de los platos fuertes de película, y sirvió para que una nueva generación de espectadores descubriera la experiencia de su directo. El año pasado, Questlove estrenó un documental centrado en su figura. Sly Lives!: El legado de un genio está disponible en Disney+. En 2023, Stone publicó sus memorias, aún sin traducción en español. Las tituló, en un guiño a una de sus canciones más conocidas, Thank You (Falettinme Be Mice Elf Agin): A Memoir. El comunicado en el que su familia da cuenta de la muerte revelaque en estos momentos se hallaba trabajando en un guion cinematográfico basado en ese libro. Sylvester Stewart nació en en 1943 en Denton, Texas, pero su familia pronto se mudó a Vallejo, cerca de San Francisco, ciudad con la que su música quedaría indisolublemente unida entre finales de los años sesenta y setenta. Sus primeros pasos recuerdan al de otros muchos músicos afroamericanos de la época: el coqueteo con el gospel en el seno familiar, la formación de un grupo de doo wop (The Viscaynes) y el primer moderado éxito, cuando solo era un adolescente, con la canción Long Time Gone. Fue locutor de una radio musical que se escuchaba en la Bahía, y estudió trompeta, composición y teoría en el Vallejo Junior College. Su primer trabajo en la industria fue como productor del sello Autumn Records, escudería para la que grabó sus propias canciones, ademas de trabajar para otros, como el cantante de soul Bobby Freeman, o los rockeros The Beau Brummels o The Mojo Men.En 1966, fundó la banda con la que alcanzaría la fama. Sly and the Famiy Stone era, como decía una de sus canciones más memorables, “un asunto familiar”. Su hermano Freddie tocaba la guitarra, y su hermana Rose, el piano. Había otros cinco intérpretes, pero el único protagonista era Sly. Talentoso multiintrumentista, se atrevía con todo lo demás: teclados, guitarra, bajo y batería. También fue el compositor, arreglista y productor de toda la obra de la banda. [Noticia de última hora. Habrá actualización en breve]. Seguir leyendo EL PAÍS