Un paseo por el Museo del Prado con alguien que lo conoce bien, que disfruta de la colección y que tiene un infalible sentido del humor, alguien que además pinta acuarelas, eso es Cuaderno del Prado, de Ximena Maier, ampliado y reeditado por Lumen. La artista madrileña ultima un nuevo libro sobre la casa donde vive en el campo en Portugal, ese lugar que la llevó a arrebatarse con el azulejo y a indagar en los grandes maestros renacentista que lo trabajaron.
¿Qué libro fue el primero que la enganchó? Tintín, todo un mundo con sus referencias repetidas, sus chistes recurrentes, personajes y sitios inventados pero muy reales.
¿Y cuál la convirtió en ilustradora? Todos al trabajo, de Richard Scarry.
¿Qué libro explica mejor los museos? Estoy leyendo sobre la vida de Fortuny y aprendo mucho sobre coleccionistas, artistas, marchantes, subastas y museos.
¿Si tuviera que citar tres referentes quiénes serían? Nora Ephron, Maira Kalman, David Hockney.
¿Qué libro ha regalado más veces? El libro de la almohada, de Sei Shōnagon.
¿Y cuál no ha podido terminar? Dejo libros a medias con gran alegría. La última vez que acabé uno por obligación fue Expiación de Ian McEwan porque me quedé encerrada en un avión atrasado y no tenía otro a mano, fue terrible.
¿Qué autor/a está injustamente olvidado? ¿Qué tal un género infravalorado, como la novela romántica de aventuras? Georgette Heyer es como Jane Austen pero con duelos al amanecer, espías, herederos desaparecidos y robos de diamantes.
¿Qué película ha visto más veces? Mi hija ve El apartamento sin parar, y yo no me puedo resistir a verla con ella.
¿La última serie que vio del tirón? Tengo alma de ardilla: un capítulo al día, máximo. Mi familia me odia.
Si tuviese que usar una canción o una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería? Uma casa portuguesa, de Amalia Rodrigues, parece un retrato literal de mi casa, y por eso es el título de mi próximo libro.
¿En qué museo se quedaría a vivir? Ya que prácticamente vivo en el Prado, ese no cuenta. Adoro el Instituto Valencia de Don Juan, un paraíso de las artes decorativas oculto a ociosos y curiosos.
¿Qué suceso histórico admira más? Como lectora empedernida que nunca sale de casa sin un libro (o dos), creo que le debemos mucho al inventor del libro de bolsillo, Aldus Manuntius.
¿Qué encargo no aceptaría jamás? El primer libro que hice fue de primeros auxilios, y nunca más, demasiada responsabilidad.
¿Qué está socialmente sobrevalorado? Los finales abiertos. Planteamiento, nudo y desenlace, y a ser posible en ese orden, por favor.
De no ser ilustradora le habría gustado ser… A los siete salí en un anuncio de turrón y me quedé con la sensación de que trabajar en publicidad debe ser divertidísimo.
Un paseo por el Museo del Prado con alguien que lo conoce bien, que disfruta de la colección y que tiene un infalible sentido del humor, alguien que además pinta acuarelas, eso es Cuaderno del Prado, de Ximena Maier, ampliado y reeditado por Lumen. La artista madrileña ultima un nuevo libro sobre la casa donde vive en el campo en Portugal, ese lugar que la llevó a arrebatarse con el azulejo y a indagar en los grandes maestros renacentista que lo trabajaron. ¿Qué libro fue el primero que la enganchó? Tintín, todo un mundo con sus referencias repetidas, sus chistes recurrentes, personajes y sitios inventados pero muy reales.¿Y cuál la convirtió en ilustradora? Todos al trabajo, de Richard Scarry.¿Qué libro explica mejor los museos? Estoy leyendo sobre la vida de Fortuny y aprendo mucho sobre coleccionistas, artistas, marchantes, subastas y museos.¿Si tuviera que citar tres referentes quiénes serían? Nora Ephron, Maira Kalman, David Hockney.¿Qué libro ha regalado más veces? El libro de la almohada, de Sei Shōnagon.¿Y cuál no ha podido terminar? Dejo libros a medias con gran alegría. La última vez que acabé uno por obligación fue Expiación de Ian McEwan porque me quedé encerrada en un avión atrasado y no tenía otro a mano, fue terrible.¿Qué autor/a está injustamente olvidado? ¿Qué tal un género infravalorado, como la novela romántica de aventuras? Georgette Heyer es como Jane Austen pero con duelos al amanecer, espías, herederos desaparecidos y robos de diamantes.¿Qué película ha visto más veces? Mi hija ve El apartamento sin parar, y yo no me puedo resistir a verla con ella.¿La última serie que vio del tirón? Tengo alma de ardilla: un capítulo al día, máximo. Mi familia me odia.Si tuviese que usar una canción o una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería? Uma casa portuguesa, de Amalia Rodrigues, parece un retrato literal de mi casa, y por eso es el título de mi próximo libro.¿En qué museo se quedaría a vivir? Ya que prácticamente vivo en el Prado, ese no cuenta. Adoro el Instituto Valencia de Don Juan, un paraíso de las artes decorativas oculto a ociosos y curiosos.¿Qué suceso histórico admira más? Como lectora empedernida que nunca sale de casa sin un libro (o dos), creo que le debemos mucho al inventor del libro de bolsillo, Aldus Manuntius.¿Qué encargo no aceptaría jamás? El primer libro que hice fue de primeros auxilios, y nunca más, demasiada responsabilidad.¿Qué está socialmente sobrevalorado? Los finales abiertos. Planteamiento, nudo y desenlace, y a ser posible en ese orden, por favor.De no ser ilustradora le habría gustado ser… A los siete salí en un anuncio de turrón y me quedé con la sensación de que trabajar en publicidad debe ser divertidísimo. Seguir leyendo
Un paseo por el Museo del Prado con alguien que lo conoce bien, que disfruta de la colección y que tiene un infalible sentido del humor, alguien que además pinta acuarelas, eso es Cuaderno del Prado, de Ximena Maier, ampliado y reeditado por Lumen. La artista madrileña ultima un nuevo libro sobre la casa donde vive en el campo en Portugal, ese lugar que la llevó a arrebatarse con el azulejo y a indagar en los grandes maestros renacentista que lo trabajaron.
¿Qué libro fue el primero que la enganchó? Tintín, todo un mundo con sus referencias repetidas, sus chistes recurrentes, personajes y sitios inventados pero muy reales.
¿Y cuál la convirtió en ilustradora? Todos al trabajo, de Richard Scarry.
¿Qué libro explica mejor los museos? Estoy leyendo sobre la vida de Fortuny y aprendo mucho sobre coleccionistas, artistas, marchantes, subastas y museos.
¿Si tuviera que citar tres referentes quiénes serían? Nora Ephron, Maira Kalman, David Hockney.
¿Qué libro ha regalado más veces? El libro de la almohada, de Sei Shōnagon.
¿Y cuál no ha podido terminar? Dejo libros a medias con gran alegría. La última vez que acabé uno por obligación fue Expiación de Ian McEwan porque me quedé encerrada en un avión atrasado y no tenía otro a mano, fue terrible.
¿Qué autor/a está injustamente olvidado? ¿Qué tal un género infravalorado, como la novela romántica de aventuras? Georgette Heyer es como Jane Austen pero con duelos al amanecer, espías, herederos desaparecidos y robos de diamantes.
¿Qué película ha visto más veces? Mi hija ve El apartamento sin parar, y yo no me puedo resistir a verla con ella.
¿La última serie que vio del tirón? Tengo alma de ardilla: un capítulo al día, máximo. Mi familia me odia.
Si tuviese que usar una canción o una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería? Uma casa portuguesa, de Amalia Rodrigues, parece un retrato literal de mi casa, y por eso es el título de mi próximo libro.
¿En qué museo se quedaría a vivir? Ya que prácticamente vivo en el Prado, ese no cuenta. Adoro el Instituto Valencia de Don Juan, un paraíso de las artes decorativas oculto a ociosos y curiosos.
¿Qué suceso histórico admira más? Como lectora empedernida que nunca sale de casa sin un libro (o dos), creo que le debemos mucho al inventor del libro de bolsillo, Aldus Manuntius.
¿Qué encargo no aceptaría jamás? El primer libro que hice fue de primeros auxilios, y nunca más, demasiada responsabilidad.
¿Qué está socialmente sobrevalorado? Los finales abiertos. Planteamiento, nudo y desenlace, y a ser posible en ese orden, por favor.
De no ser ilustradora le habría gustado ser… A los siete salí en un anuncio de turrón y me quedé con la sensación de que trabajar en publicidad debe ser divertidísimo.
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