Beyoncé ha llevado su gira Cowboy Carter a Atlanta, Georgia, durante cuatro noches del mes de julio. Y aunque arrancara con novedades que han entusiasmado al público—como un caballo dorado con el que sobrevoló el escenario—, no todo han sido alegrías para la cantante texana en la sureña ciudad estadounidense. Este lunes se ha sabido que, hace una semana, uno de los coches que usa la cantante en su gira fue asaltado, y que en el robo los ladrones se llevaron dos maletas en las que había varios discos duros con objetos personales y música inédita de la artista.
El robo —sin violencia— ocurrió el pasado martes 8, pero la policía de Atlanta no ha informado de lo sucedido hasta casi una semana después, este lunes, cuando ha explicado que ha habido una detención al respecto. No se sabe si el material, o si una parte de él, ha sido recuperado.
La cantante no estaba en el automóvil cuando ocurrió el robo. El equipo de la artista estaba ya en Atlanta para actuar las noches del 10, 11, 13 y 14 de julio, en la penúltima parada de la gira, que cerrará en Las Vegas (Nevada) los días 25 y 26 del mismo mes. El martes 8, pasadas las ocho de la tarde, su coreógrafo, Christopher Grant, y uno de sus bailarines, Diandre Blue, acudieron al centro de la ciudad con un coche alquilado, un lujoso Black Jeep Wagoneer. Allí aparcaron junto al Krog Street Market, un famoso mercado de puestos de comida muy céntrico, donde pasaron alrededor de una hora. Al salir, vieron que la luna trasera del vehículo estaba rota, fueron conscientes del robo y dieron aviso a la policía.
Del coche habían desaparecido dos maletas, donde había ropa y gafas de sol de diseñadores (no especificados), ordenadores portátiles y también unos auriculares. “Grant informó de que, además, transportaba información personal confidencial de la cantante Beyoncé”, escribió un agente en el informe del incidente, tal y como ha dado a conocer la cadena local de noticias de Atlanta WSB-TV. “Informó de que era su coreógrafo y que Diandre Blue era uno de sus bailarines, y también de que les habían robado los discos duros de su próximo espectáculo en Atlanta”, en concreto, cinco unidades. “Los discos duros contenían música con marca de agua, música inédita, planos del espectáculo y listas de canciones pasadas y futuras”, se podía leer en el informe policial.
Los investigadores han explicado que había cámaras de seguridad que captaron lo sucedido. Además, a través de los auriculares y los portátiles, la policía trató de localizar los dispositivos. Dieron con la zona en la que podían estar, y también vieron que los auriculares estaban en movimiento a bordo de otro coche de color plateado.
En el automóvil de la cantante también realizaron pesquisas y tomaron huellas, y descubrieron dos pares que no casaban con las de nadie de su equipo. Por el momento, la policía no ha especificado si se ha recuperado el botín o parte de él, y tampoco ha querido dar la identidad del detenido o explicar si hay más implicados. Ni los representantes del coreógrafo ni de la artista han respondido a los medios.
Los conciertos de Atlanta no han parecido verse afectados por el robo, y hasta el momento la cantante no ha hecho ningún comentario al respecto. En la primera noche cambió el coche con el que sobrevolaba el escenario por ese dorado caballo, y en la tercera sacó al escenario a su marido, el músico y empresario Jay Z, con quien cantó su gran éxito de 2003 Crazy in Love y, después, Public Service Announcement. Sus dos hijas, la mayor, Blue Ivy, de 13 años, y la pequeña, Rumi, de ocho (aunque no su mellizo, Sir), son también ya una presencia habitual de cada noche de concierto de esta gira Cowboy Carter que pronto tocará a su fin.
El atraco, sin violencia, ocurrió el martes, cuando el coreógrafo de la cantante y uno de sus bailarines aparcaron el coche durante una hora junto a un mercado. Hay un detenido EL PAÍS