El mapa sentimental de Sabina contado a través de las canciones que marcaron a los suyos

Sabina cuelga el micrófono. O eso dice. Su voz de madrugada y su sombrero lleno de historias están a punto de emprender el final de su carrera en los escenarios. la cita para el adiós está marcada el próximo 30 de noviembre.

Históricos literatos y músicos, su esposa Jimena, una de sus hijas y un grupo de amigos han querido despedirse eligiendo para Babelia las que consideran sus obras maestras.

  • Joan Manuel Serrat: De purísima y oro. Su eterno compañero define este vals como “una bella historia” que escucha “con amor, con gratitud y un pelín de envidia”.
  • Luis García Montero: Pongamos que hablo de Madrid. El poeta recuerda con ella su primer encuentro con Sabina: “La complicidad se hizo vida para siempre en cualquier parte del mundo. Pero ahora ‘pongamos que hablo de Madrid‘“.
  • Jimena Coronado: Que se llama soledad. “Fue la primera canción que escuché de Joaquín. Me deslumbró y me atrapó de tal forma que me llevé su alma conmigo de vuelta a casa, incrustada en una casete”, confiesa la mujer que ha acompañado al cantautor en su viaje de vida.
  • Carmela Martínez Oliart: A mis cuarenta y diez. “Siento que habla de la despedida y de la muerte con la coquetería de quien intuye que le quedan lejos. Pero ahora adquiere un peso que me hace ‘un siete en el corazón’”, reconoce su hija.

©Foto: Albert García

Si quieres descubrirlas todas, puedes aquí.

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 Sabina cuelga el micrófono. O eso dice. Su voz de madrugada y su sombrero lleno de historias están a punto de emprender el final de su carrera en los escenarios. la cita para el adiós está marcada el próximo 30 de noviembre.Históricos literatos y músicos, su esposa Jimena, una de sus hijas y un grupo de amigos han querido despedirse eligiendo para Babelia las que consideran sus obras maestras.Joan Manuel Serrat: De purísima y oro. Su eterno compañero define este vals como “una bella historia” que escucha “con amor, con gratitud y un pelín de envidia”.Luis García Montero: Pongamos que hablo de Madrid. El poeta recuerda con ella su primer encuentro con Sabina: “La complicidad se hizo vida para siempre en cualquier parte del mundo. Pero ahora ‘pongamos que hablo de Madrid‘“.Jimena Coronado: Que se llama soledad. “Fue la primera canción que escuché de Joaquín. Me deslumbró y me atrapó de tal forma que me llevé su alma conmigo de vuelta a casa, incrustada en una casete”, confiesa la mujer que ha acompañado al cantautor en su viaje de vida.Carmela Martínez Oliart: A mis cuarenta y diez. “Siento que habla de la despedida y de la muerte con la coquetería de quien intuye que le quedan lejos. Pero ahora adquiere un peso que me hace ‘un siete en el corazón’”, reconoce su hija.©Foto: Albert GarcíaSi quieres descubrirlas todas, puedes aquí. Seguir leyendo   EL PAÍS

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