Macario Martínez reflexiona sobre su fama repentina: “Voy en el metro y la gente pone cara de ‘¿qué hace este acá?”

Los caminos de la vida han llevado a Macario Martínez (Ciudad de México, 24 años) a tener una sesión en Tiny Desk, cantar en la previa de un partido de la NFL ante 70.000 personas, componer una canción para la serie The last of us e intercambiar mensajes con Danna Paola. Todo en ocho meses. “Ella me deseó mucha suerte, me dijo que no firmara nada y que le escribiera si tenía cualquier duda”, cuenta el cantante mexicano en un predio en la colonia Doctores donde alguna vez hubo una fábrica y después un centro cultural. A finales de enero de 2025, Martínez era barrendero, llevaba casi un año en este oficio. Un video en TikTok y la canción Sueña lindo, corazón le cambiaron la vida de la noche a la mañana. Los reflectores y la fama cayeron sobre él abruptamente. No lo lamenta, pero sí dice extrañar ir tranquilamente a la tienda. “Aunque no haya gente en el local, el que atiende me pide la foto. A veces voy en el metro y las personas ponen cara de ‘¿qué anda haciendo este acá?”, dice entre risas. Sigue usando el metro para ir al estudio de grabación.

Antes de ser barrendero, fue jardinero y empleado de cadenas de comida. Inició su proyecto musical en 2019 y desde entonces ha compuesto, grabado y publicado canciones en plataformas digitales. Dice que las grabaciones eran producciones caseras (un término que se usa en la industria musical y el cine para decir que el equipo que se usó para realizar la obra no es profesional). “Fue bonito dar ese paso, de hacer producciones caseras a, por ejemplo, tener puesto un ear in (monitor intrauricular) y tocar en un festival”.

Bonito es una definición que repite constantemente durante la entrevista. La usa cuando habla sobre ver materializado este proyecto que lleva tantos años en marcha o cuando cuenta que ha estado de gira por Estados Unidos como artista invitado de Kevin Kaarl. “Es como una bendición: un día ideamos una melodía y simplemente por eso tenemos la oportunidad de viajar”, dice Martínez, quien ha estrenado este jueves Si mañana ya no estoy, un disco con 11 canciones que ha escrito entre 2019 y 2025. “Las que escribí después del bum son Cuídate del viento y Enhierbado y la más viejita es Café”, zanja.

Macario Martínez autor de Cuídate del viento durante una sesión de prensa en Ciudad de México.

La fama llego de repente

La noche del 28 de enero, Martínez subió a su cuenta de TikTok un video en el que se le veía sobre la parte trasera de un camión, con el uniforme verde de barrendero, junto a unos tambos naranjas que se usan para cerrar vialidades. Un texto superpuesto decía: “La vida pide mucho y yo nomás soy un barrendero que pide que escuches su música”. Sonaba la canción Sueña lindo, corazón. En tres días, el video alcanzó más de nueve millones de reproducciones. El 12 de febrero, el músico dijo a este diario que lo primero que sintió fue miedo. Se rio tímido al recordarlo. “Ahora lo que siento es emoción y responsabilidad. Mucha responsabilidad, porque hay muchas cosas que vienen. Por ejemplo, ser el artista invitado en un concierto de Zoé en el Estadio GNP y tener una fecha en el Lunario del Auditorio Nacional”.

No todo ha sido miel sobre hojuelas. Después del video, también recibió muchísimos comentarios de odio. Dice que estos le resonaron, le pegaron, le afectaron. Martínez habla del estigma que existía, aunque evita profundizar en el tema. Después, a principios de abril, durante el festival Ceremonia, fallecieron los fotoperiodistas Berenice Giles Rivera y Miguel Ángel Rojas Hernández en un accidente derivado de la negligencia de los organizadores. Uno de ellos trabajaba con Martínez.

El 2 de abril se presentó en el festival Bandemia, que hizo eco en los medios nacionales porque los organizadores cortaron la luz del sitio y cerraron puertas, lo que provocó una bronca entre la gente de seguridad y cientos de jóvenes que se quedaron fuera. El músico se encontraba sobre el escenario cuando ocurrió el corte de energía, pero en lugar de bajarse, continuó el concierto de manera acústica. “Fue un desastre. Nos hizo cuestionarnos mucho la industria de la música. Lo que más resentí fue que mucha gente iba a vernos y no lo pudo hacer. Por eso ahora, cuando acaba el show nos tomamos fotos con todo el mundo. Porque eso es lo bonito de esto, el público. Y hay que cuidarlo».

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 El cantante mexicano, que trabajaba como barredero hace apenas unos meses, habla con EL PAÍS sobre cómo TikTok le cambió la vida de la noche a la mañana   EL PAÍS

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