<p><i>Astérix en Lusitania </i>(Salvat), el álbum número 41 de la serie creada por Goscinny y Uderzo, el primero desde <i>El lirio blanco </i>(2023), ha llegado a las librerías a tiempo para la campaña de navidad. ¿No existía aún ningún libro de <i>Astérix </i>en Portugal? No, aunque parezca raro. En las páginas de <i>Astérix en Lusitania </i>hay referencias a la Revolución de los Claveles, al fado, a los pasteles de nata, <a href=»https://www.elmundo.es/papel/2025/02/19/67b49e02fc6c8331068b45ba.html»>al garum</a>, a los jubilados europeos que pacen en el sur de Portugal y la Suadade. La Embajada de Portugal en España acogió la presentación del libro a cargo de sus autores, el dibujante <strong>Didier Conrad </strong>y el guionista <strong>Fabcaro, </strong>autor de <i>Zaï zaï zaï zaï</i>, </p>
Didier Conrad y Fabcaro presentan ‘Astérix en Lusitania’, el primer viaje de los galos a Portugal. su 41ª aventura.
Astérix en Lusitania (Salvat), el álbum número 41 de la serie creada por Goscinny y Uderzo, el primero desde El lirio blanco (2023), ha llegado a las librerías a tiempo para la campaña de navidad. ¿No existía aún ningún libro de Astérix en Portugal? No, aunque parezca raro. En las páginas de Astérix en Lusitania hay referencias a la Revolución de los Claveles, al fado, a los pasteles de nata, al garum, a los jubilados europeos que pacen en el sur de Portugal y la Suadade. La Embajada de Portugal en España acogió la presentación del libro a cargo de sus autores, el dibujante Didier Conrad y el guionista Fabcaro, autor de Zaï zaï zaï zaï,
- ¿Qué tiene Astérix para que su impacto haya perdurado mientras otros cómics europeos de su generación ya no están se actualizan?
- Didier Conrad. Eso se explica también por su historia. Hubo circunstancias, una parte de suerte.Astérix apareció junto a una revista que se llamaba Pivot y que vendía 300.000 ejemplares a la semana, fue un éxito inmediato. Su editor era Goscinny. Y había otros buenos cómics, pero ninguno era verdaderamente comparable a Asterix. Era la primera representación de la Galia de la que se hablaba en los colegios. La Antigüedad gala existía, estaba en los libros de textos escolares, pero no había una imagen. Astérix se la dio y fue una imagen divertida, amable, graciosa.
Fabcaro. Y, a la vez, hablaba de la sociedad de su tiempo, hablaba de usted y de mí. - Yo leí Astérix con mi padre, y también con mi hija, pero menos intensamente porque me parece que hoy es más difícil conectar entre padres e hijos a través de la cultura.
- Fabcaro. Creo que Astérix sigue funcionando bien para eso. Tiene muchos niveles de lectura y los niños pueden captar muchas cosas. Hay un humor basado en los juegos de palabras y en los chistes de los nombres y que les hace reír… La realidad es que cada vez que llega un nuevo álbum, lo leen los padres y los hijos. No hay una generación que rechace Astérix, ni siquiera los adolescentes aunque tengan un poco más de distancia. Estoy de acuerdo, la cultura es más generacional hoy y esa capacidad de conectar es un valor.
Didier Conrad. Hay algo más: Los niños acceden ahora a Astérix por la serie de Netflix. Llegan al libro de otra manera. Bueno, hablo por los lectores franceses y europeos. En EEUU no es lo mismo. - ¿Existe Astérix en Estados Unidos?
- Didier Conrad. Saben que existe pero no lo sienten como un personaje propio, algo que esté en su cultura. Y si lo leen, no es algo que compartan, de lo que hablen con sus amigos.
- ¿Es un buen negocio sacar nuevos volúmenes de Astérix? ¿Es una inversión más o menos segura para sus editores?
- Didier Conrad. Que nosotros sepamos, sí. Los libreros franceses nos dicen que qué bien tener un álbum nuevo porque les permitirá levantar el año.
- ¿Qué podrían haber hecho mal con Astérix? ¿Cuál era el error que había que evitar?
- Didier Conrad. El peor error habría sdido rechazar el proyecto y convertirnos en los dos señores que se negaron a hacer Astérix. Y después… Hagamos lo que hagamos, vendrá otro después que hará otro Astérix. No hay una solución correcta. Pero bueno, creo que hacerlo mal habría sido intentar cambiar a Astérix.
Fabcaro. Hay que tomar decisiones que te hacen dudar. Yo tuve que tomar una decisión con el personaje de Babá, el vigía del barco pirata [el pirata de raza negra]. Hubo polémica en Francia, porque su representación era un problema. Baba, en francés, hablaba sin pronunciar la R, se le representaba con un acento. En los últimos años, el personaje desapareció porque era un problema, no se sabia qué hacer con él. Esta vez, decidimos que volviera, pero para que fuese aceptado empezó a hablar sin acento. - Supongo que su trabajo consiste en encontrar un equilibrio: que Astérix sea reconocible pero que no se convierta en un personaje de museo, algo muerto.
- Didier Conrad. Exacto.
- ¿Se animan a dar un porcentaje? ¿Cuánta continuidad, cuánta novedad?
- Fabcaro. Necesitamos las dos cosas. Si sólo fuese tradición, Astérix acabaría desapareceriendo; si todo fuese novedad, dejaría de ser Astérix. Yo diría que estamos en 70% de tradición, 30% de novedad. Tiene que evolucionar pero no mucho.
Didier Conrad. Yo diría que la proporción es 90/10. El cambio tiene que ser muy sutil para que sea aceptado. Lo moderno tiene que entrar muy poco a poco.
Fabcaro. Por otra parte, siempre hay alguien que nos dice en cada álbum: no está a la altura de Goscinny y Uderzo. Bueno. Estoy de acuerdo. Goscinny y Uderzo no son nuestra medida. - Me gustaría preguntarles por Astérix como un hijo de su tiempo, de los años 60. Por una parte, lo veo como un fenómeno contracultural y, en parte, no.
- Didier Conrad. El cómic era contracultura. Astérix no fue aceptado inmediatamente, no nació como patrimonio cultural. Nació como una cosa para niños pero resultó que funcionaba con los adultos y de esa manera legitimó al cómic para los adultos.
Fabcaro. Y se convirtió en algo maisntream.
Didier Conrad. Goscinny y Uderzo no eran revolucionarios. Eran dos señores que iban con corbata, buscaban éxito y respetabilidad. - Y si fuéramos lectores de Astérix en 1968, ¿lo veríamos como una invitación a fumar porros, escuchar rock y tener una sexualidad más ligera?
- Didier Conrad. Yo creo que la gente no veía Astérix como algo contracultural. La visión del mundo de Astérix es tradicional en el fondo: la tribu, la aldea, los valores de siempre… Los galos son buena gente, tolerantes, tienen buenas intenciones. Los revolucionarios que conozco no son tan tolerantes.
Fabcaro. Asterix expresa un modelo conservador. No creo que a nadie le dé ganas de fumar porros leyendo Astérix. - Los años del despegue de Astérix fueron los de la llegada masiva de inmigración portuguesa a Francia.
- Fabcaro. Yo vivo en el sur de Francia hay muchísima gente de origen español y portuguñes. Mi madre es barcelonesa, llegó a Francia en 1958. Hay un vínculo muy fuerte en el sur. Yo tengo familia española y amigos portugueses. Y también tengo clichés, claro. En la generación de mis padres, los franceses y portugueses eran todos albañiles. Intentamos ir más allá del cliché. No hay albañiles. Hay saudade, eso sí.
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